lunes, 30 de mayo de 2011

Maratón Tai Chi Mayo 2011

El pasado día 22 de Mayo se celebró la Maratón de Tai Chi (la primera de las dos ediciones que se hacen cada año) en el Maremagnum de Barcelona al que acudí, participé en la forma 24 (la estándar) 3 veces, y también participé en una actividad de Chi Kung (también conocido como Qi Gong, el Tai Chi es un tipo de Chi Kung).
Durante todo el día (yo llegué al mediodía) se hicieron un montón de exhibiciones de tai chi, tai chi con abanico, doble abanico, espada, sable, bastón curvo... quedé impresionado del nivel que ahí habia, participó gente que no habia hecho nunca antes Tai Chi, gente que sabia, que sabia bastante, maestros (Maestro Han Liang Zu, ganador del Campeonato Mundial de kung fu y tai chi de Portugal), y grandes maestros como Zhang Xiu Mu. También me contaron que antes de que yo llegara se hizo una actividad de Chi Kung con la participación de unas 300 personas, lo que nos hace ver el incremento del  interés  por el Tai Chi y el Chi Kung en general..
Fue un día increíble, lleno de sorpresas y  fue un espectáculo realmente digno de ver (era el primero al que iba). Además conocí a Pei Hua, una gran profesora y practicante de Tai Chi con la que entablé amistad. Aquí os dejo algunas fotos!
 Practicantes de Tai Chi chinas entre las que está Pei Hua.
 El Mestro Han Liang Zu haciendo una demostración.
El Gran Maestro Zhang Xiu Mu haciendo una forma de doble abanico.

viernes, 13 de mayo de 2011

EL EQUILIBRIO

Aquí va un texto que escriví hace unos meses sobre el equilibrio interior, algo que se puede obtener a través del aikido y el tai chi, dos artes internas. El aikido fundado por Morihei Ueshiba se define "como arte de la paz" y el tai chi el origen del cual es un poco inceierto es el arte de la "meditación en movimiento".


EL EQUILIBRIO

No podemos encontrar el equilibrio en las cosas externas a nosotros mismos porque el equilibrio no se puede obtener del exterior, a través de nuestro entorno, sean las persones, la sociedad, el medio en que nos movemos o las condiciones de vida en que estemos inmersos en un momento dado, todo ello puede orientarnos, pero no nos servirà nunca de guia para conseguir el equilibrio, porque éste se halla desde el principio en nuestro interior. Por tanto, es en nuestro interior donde debemos buscar y no en el contexto en que nos hallamos,  esto sólo nos conduciría al desequilibrio interior aunque, evidentemente, si las condiciones externas son las óptimas siempre nos ayudarán, a alcanzarlo, pero nunca por si solas. El equilibrio debe ser nuestro compañero en este viaje llamado vida,í nos la hará más fàcil, más relajada, más saludable y también influirà en el equilibrio de todo lo que nos rodea.

El equibrio es el estado primordial de todas las cosas y, dentro de estas cosas nos incluimos las personas. Como podemos observar en la naturaleza (las mareas, los cambios de estación, los fenómenos naturales...) todo sigue unos patrones y mantiene un equilibrio que nos lleva al cambio eterno, a la renovación contínua, nada hay estático. El tiempo es la pauta que nos permite ver el cambio, dicho de otra forma: todo cambia con el tiempo. Estos cambios son los patrones naturales que rigen todo lo que existe, por ello existen los términos “inicio” y “fin”, pero, como se puede observar en la representación del yin y el yang presentes siempre en  la cultura china, estos términos no son absolutos, es decir; toda forma de vida està formada por materia y esta materia cambia durante el proceso de vida del organismo viviente (eterna renovación), cada cèl·lula se renueva, obteniendo la materia necesaria para este cambio del medio que la rodea (alimentación...), todo organismo tiene la capacidad de crear más vida (renovación),  hasta que llega  un cierto momento en que la materia de este organismo ya està deteriorada, no puede seguir renovandose y debe morir, con lo cual su materia vuelve a formar parte de la naturaleza y cada uno de los átomos que formaban su cuerpo, fuera unicel·lular, como una bacteria, o pluricel·lular, como una persona, un animal... pasan a formar parte de otras criaturas, participanddo así de un círculo sin fin. Debemos aceptar estos principios de cambio eterno y equilibrio natural, debemos dar paso a la nueva vida que vendrá después de nosotros  habiendo vivido nuestra vida con el mayor equilibrio posible y habiendo podido transmitir este equilibrio y nuestro legado a las generaciones futuras y al mundo en general. La vida, a pesar de ser “pasajera” (sabemos que lo es, aunque es eterna y cambiante) no debe tomarse a la ligera o malgastarse de manera poco responsable ya que nos corresponde a nosotros,  sólo a nosotros, los que vivimos ahora, hacer de éste un mundo mejor,  protegiendo y respetando siempre la vida y el entorno que nos rodea.
Es cierto que, a veces, algun fenómeno de este círculo de auto-regeneración de la naturaleza es brusco, inesperado y, en ocasiones, puede afectar a muchas formas de vida, personas...al mismo tiempo (por ejemplo: lo que llamamos catástrofes naturales,) pero también esto forma parte de cambios y fenómenos cíclicos y debemos comprender que solamente las personas (los seres racionales) somos capaces de romper este equilibrio y que recae en nosotros la más grande de las responsabilidades respecto a mantener este equilibrio natural, es uno de nuestros deberes y probablemente uno de los objetivos más difíciles de cumplir porque, como somos seres pensantes capaces de cambiar bruscamente nuestro entorno con herramientas intelectuales para mejorar nuestras posibilidades de supervivencia en un medio que nos parece adverso, también somos capaces de hacer a gran escala lo que haría a pequeña escala cualquier ser vivo para conseguir alimentarse, protegerse... Pero nosotros, a diferencia de lo que haría cualquier otro ser vivo, tenemos la capacidad de autodestruirnos y de destruir nuestro propio planeta pensando solamente en el bien inmediato de algunos. Es necesario buscar herramientas de equilibrio para evitar el egoísmo, la envidia, el odio, el miedo, la agresividad, la codicia… que fomentan en nosotros la idea de competir los unos con los otros o la de agotar los recursos naturales del planeta (no es necesario recordar que son limitados) debido a la inseguridad que tenemos ante un medio que en el principio de los tiempos nos era hostil y en el cual tuvimos que evolucionar,  potenciando un recurso especial y único que es la inteligencia humana, para sobrevivir en condiciones de inferioridad respecto a otros seres vivos quizás más fuertes o mejor adaptados. La inteligencia, la mejor de nuestras aliadas es a veces, al mismo tiempo, nuestra peor enemiga, si la utilizamos de una manera equilibrada podemos obtener mucho de ella, pero también puede conducirnos a perderlo todo de manera instantánea. El equilibrio interior, por si mismo, nos permitirá sentirnos bien con nosotros mismos y, al mismo tiempo, tener una relación harmoniosa con todo aquello que nos rodea.
Cuando el equilibrio es total no deberíamos perderlo por nada externo o interno. Cuando no sentimos miedos infundados, envidia, codicia, odio, rabia, entonces tenemos equilibrio y este equilibrio se puede aplicar tanto  a la cosa más habitual de nuestra vida, como a la situación más extraña ante la que nos encontremos. Para estar equilibrados, mente y cuerpo deben formar una unidad, precisamente entonces podremos realizar acciones que nos parecían increíbles, alcanzar objetivos que considerábamos imposibles y dominar situaciones nunca imaginadas. 

El equilibrio nos hace vivir más y mejor, nos permite llegar a ese estado en que podremos sustituir el odio por el amor, la guerra por la paz, los deseos del bien propio por los deseos del bien común…. Es una herramienta, un estado fundamental para que podamos alcanzar el máximo nivel psíquico, emocional y físico, nos conducirá a tener una mente, unas emociones y un cuerpo más sanos, más claros y en mejores condiciones durante mucho más tiempo. Si conseguimos el equilibrio, nos sentiremos realizados, más felices, conseguiremos el doble de resultados positivos en nuestras actuaciones en la mitad de tiempo, seremos capaces de ceder ante una situación de enfrentamiento o confrontación, pero manteniéndonos firmes en nuestras convicciones, valores, ideales y principios éticos. Seremos como el bambú, que por muy fuerte que sople el viento, es capaz de inclinarse y ceder a su fuerza,  que nunca se rompe y vuelve a su posición cuando el viento cesa, a diferencia de muchos árboles con troncos grandes y fuertes que ante las mismas circunstancias no son capaces de ceder y se tuercen o se rompen, no pudiendo ya nunca volver a su posición.  Quizás podremos ser un ejemplo para otras personas, quizás haremos que se pregunten cómo lo conseguimos y decidan buscar su equilibrio, pero esto no es lo importante, seremos un ejemplo para nosotros mismos, el equilibrio nos permitirá tener unos objetivos, unos propósitos y unos métodos que aplicaremos a nuestra vida diaria, tendremos unos objetivos a alcanzar, unas metas a las que llegar, un camino a seguir: nuestro camino, el que nunca se acabará y durará toda la vida, aquello que en Japón se conoce como “do”, el camino que trazará el recorrido que haremos a lo largo de toda nuestra vida, el que nos dará coraje para seguir adelante aún en los momentos más difíciles. Para hallar ese camino no hace falta ser maestro de ninguna disciplina especial, ni profesional de algo en concreto, sólo hay que ser maestros de la paciencia, de la perseverancia, la tranquilidad, la tolerancia, el respeto, así es como conseguiremos llegar al equilibrio y, con ese equilibrio, a la serenidad, la paz, la harmonía, el optimismo y la sabiduría para poder combatir en nuestra sociedad algunos de los peores males del siglo XXI; el estrés, las prisas, la rabia, la frustración, el egoísmo, la pasividad, la intolerancia, que en los países más desarrollados provocan las peores enfermedades, aquellas relacionadas con el estrés, con la baja calidad de vida, con los conflictos absurdos. No nos dejemos llevar por las situaciones de conflicto, por las discusiones, por las envidias, preguntémonos si es esta la sociedad en la que queremos vivir, si hemos avanzado realmente como seres humanos. ¿es así como queremos vivir? ¿qué nos permitiría cambiar? La respuesta es esta: encontrar el equilibrio.



martes, 10 de mayo de 2011

BIENVENIDOS


Abanico de tai chi

Bienvenidos al blog “Descubriendo el Aikido y el Tai Chi”. Soy un novato en estas dos disciplinas marciales y, os iré dando mi visión de estos dos mundos de los cuales todavía conozco poco, no he llegado a tocar ni la punta del iceberg, pero que ya me han aportado mucho. Intentaré dar a conocer todo lo positivo que podemos obtener de ellos a través de una buena práctica y unos buenos profesores. Soy practicante de aikido y tai chi desde hace menos de un año y, por tanto, mi intención no es dar grandes lecciones sobre estos dos artes de harmonía sino ir explicando poco a poco mi progreso dentro de ambos, su historia, los principios en los que se basan e iros contando mi pequeña experiencia dentro de estos apasionantes mundos así como mis reflexiones. Se trata de dos artes marciales, sí, pero por encima de todo; artes para vivir el día a día harmoniosamente y disfrutar de una vida plena.