martes, 23 de agosto de 2011

Un poco de aikido


Hoy os hablaré un poco sobre el aikido,  hasta ahora lo he hecho sólo muy por encima.

El aikido no es sólo un arte marcial japonés que utiliza técnicas para la autodefensa, sino que trata sobre cosas mucho más profundas.

AIKIDO: significa literalmente “camino hacia la harmonía”, “camino hacia el amor universal”. Fue creado el año 1941, un tiempo turbulento, de guerras, conflictos, etc, por el maestro Morihei Ueshiba (1883-1968). Durante el transcurso de su vida Ueshiba practicó muchas disciplinas marciales y tuvo múltiples maestros durante su aprendizaje. Fue maestro de distintas artes marciales japonesas durante años. Llegó un momento en que Ueshiba aburrido de las artes marciales para dañar gente se dio cuenta de que éstas eran inútiles. En un tiempo en que las gentes se dedicaban a matarse las unas a los otras,  fue influenciado por el líder de una secta muy popular en el Japón de ése momento, esta secta tenía una clara filosofía pacifista, la cual Ueshiba Morihei añadió a su aiki-jujutsu, el precursor del aikido,  transformándolo en algo muy diferente, no en una nueva herramienta para destruir, sino en una herramienta para gestionar de forma harmoniosa los conflictos tanto los marciales como los interpersonales, los diplomáticos, etc, una herramienta para construir. Creó lo que hoy conocemos cono aikido o Arte de la Paz, un arte más que marcial; un camino para llegar a la harmonía con nosotros mismos, nuestro entorno, nuestro mundo, etc.
El aikido plantea que, ante cualquier agresión, sea ésta verbal, física....debemos armonizar con el movimiento del agresor y su intención (ki), es decir: tenemos que armonizar con su agresión sin bloquearla, ni defendernos, ni ponernos tensos, sólo conducirla de tal forma que el movimiento continúe con su propia inercia y sea esta misma, canalizada por nuestro cuerpo (que recordemos; ni se tensa, ni se bloquea, ni se defiende ni contraataca), la que acaba por neutralizarse de forma pacífica (sin dañarse ni la persona atacada ni la atacante) y, por tanto, no violenta, al contrario que en otras artes marciales. Eso es lo que hace al aikido realmente interesante, es mucho más que un arte marcial como suele pensar la mayoría de la gente, no es sólo un sistema de autodefensa, es un arte de vida, pensar lo contrario sería quedarse con la punta del iceberg. El aikido es una vía no solamente física, sino también espiritual, mental y emocional que prepara a los practicantes para solucionar pacíficamente cualquier conflicto y así disfrutar de una vida mejor, más suave, más plena...Os animo a que busquéis un buen dojo y un buen maestro para practicar este maravilloso arte marcial,